Atemporal: así es como definiría este salón si tuviera que hacerlo en una sola palabra.
Para este proyecto buscábamos calidez y confort, algo que conseguimos gracias a los colores cálidos de la estancia. Utilizamos mobiliario en madera, blanco y hierro, porque aportan mucha personalidad sin pelearse con la gama de colores.
Además, la iluminación también contribuye a la sensación de modernidad. Añadimos una bonita lámpara que acompaña el sofá, y una tira de LED escondidos en la parte superior, cuya luz baña todo el paño de pared.
Mi detalle favorito es el papel pintado: aunque a simple vista es liso, cuando encendemos el LED superior resalta mucho su textura.