El concepto abierto es un favorito de muchos desde hace ya unos años. En estancias de este tipo, se fusiona la cocina con el comedor y la sala de estar, para crear un espacio abierto y dinámico. Personalmente, me gusta diseñar cada una de las zonas para que tenga su personalidad, prescindiendo así de tabiques. El amplio espacio que resulta es muy versátil, igualmente ideal para cenar con los amigos o para relajarse.
En este caso, la prioridad era mantener el estilo rústico que prefería el cliente, aportando también un toque de modernidad y encanto. El revestimiento de piedra recorre toda la pared desde la sala de estar hasta la cocina, unificando el espacio y brindando calidez a la estancia. Para no quitarle protagonismo, el mobiliario se eligió en tonos claros y madera natural.
Por otra parte, la cocina fue diseñada especialmente para el cliente. Sabía desde el principio que la nevera Smeg en color marfil iría allí, así que el diseño se hizo en torno a esa idea. La cocina de gas, la grifería e incluso los tiradores de los armarios realzan el estilo retro del espacio.